Entendí la diferencia entre objetivos y metas: el objetivo es lo que quiero lograr a largo plazo, mientras que la meta es ese paso específico, medible y con tiempo definido que me ayuda a alcanzarlo.
También aprendí que los hábitos se activan por una señal y que tener metas que me motiven es clave para mantenerme constante. Si una meta no me emociona, no me va a mover.
Estoy emocionada por lo que viene, porque en la próxima clase aprenderemos sobre los hábitos clave, esos que pueden cambiar todo en nuestra vida si los usamos bien.