Recuerdo cuando intentaba aprender a usar ciertas funciones y actividades específicas en mi trabajo, como manejar un software y automatizar tareas administrativas. Me sentía atrapado en la zona de estrés porque estas herramientas eran completamente nuevas para mí y la curva de aprendizaje era empinada. La presión de tener que dominar estas habilidades rápidamente para cumplir con mis responsabilidades me dejaba ansioso y frustrado.
Para la próxima vez, adoptaría estas tres actitudes:
1.Paciencia y autocompasión: Reconocer que es normal cometer errores y que el aprendizaje lleva tiempo. 2.Establecer metas pequeñas y alcanzables: Dividir el aprendizaje en tareas más manejables, como aprender una función específica cada día, para evitar sentirse abrumado. 3.Buscar apoyo y retroalimentación: Pedir ayuda a compañeros más experimentados o asistir a capacitaciones para obtener diferentes perspectivas y mantenerme motivado.
Estas actitudes me ayudarán a manejar mejor el estrés y a avanzar más rápidamente hacia la zona de aprendizaje.