1Recordar y reafirmar el propósito del aprendizaje: Mantener siempre claro el motivo por el cual estoy aprendiendo, ya sea una pasión, una meta profesional o un proyecto personal. Esto ayuda a mantener la motivación y la paciencia frente a las dificultades.
2Buscar apoyo y acompañamiento: No intentar enfrentar el desafío solo, sino acercarme a personas que me puedan enseñar, motivar y guiar, creando un entorno favorable para aprender y salir del estrés más rápido.
3Ser consciente de mi estilo de aprendizaje y respetar el proceso: Aceptar que la ansiedad y el estrés son etapas naturales y parte del camino, ajustando el ritmo de aprendizaje a mis necesidades, usando métodos que me funcionen mejor y dándome permiso para avanzar paso a paso sin presión excesiva.
