Paso 1: Agrupar por categorías Organizo las tareas en grupos como Trabajo, Personal, Aprendizaje, Urgente, y Opcional. Esto me permite enfocarme en lo más relevante según el día.
Paso 2: Planificación diaria Cada mañana (o la noche anterior), elijo 3 tareas clave que deben completarse. Las escribo en un espacio accesible, como Todoist o un calendario digital. Si fuera físico, usaría un planner con hora por hora.
Paso 3: Estimación de tiempo
- Asigno una duración aproximada a cada tarea. Por ejemplo:
- Revisar correos importantes: 30 min
- Trabajar en informe: 2 horas
- Ejercicio breve: 15 min Esto me ayuda a visualizar la carga real del día.
Paso 4: Revisión y ajuste Al final del día, reviso qué se logró, qué se pospuso y por qué. Este hábito me permite ajustar mis expectativas y mejorar la planificación futura