Preparación práctica intensiva: Realizar simulaciones de presentación con colegas y recibir retroalimentación para familiarizarme con el entorno de presión.
Respiración consciente: Practicar técnicas de respiración para mantener la calma y mejorar la concentración antes y durante la presentación.
Cambiar el enfoque mental: Ver cada pregunta como una oportunidad para demostrar conocimiento y no como una amenaza. Esto ayuda a mantener una mentalidad positiva y centrada en el aprendizaje.