- Dejar de procrastinar: Anotar qué actividades tengo por día, organizarlas de una forma que tenga turnos de trabajo y turnos de descanso. Hacer un semáforo de lo más importante a lo menos importante e ir avanzando poco a poco.
- Aprender un nuevo idioma: Utilizar apps de idiomas como Duolingo o Tandem para practicar idiomas, ver contenido audiovisual en plataformas de streaming para ir conociendo la escritura y la fonética del nuevo idioma, e ir formulando un glosario de palabras y frases que te pueden ayudar en caso de ser necesario.
- Aprender a ahorrar: Definir un porcentaje de tu salario actual para guardarlo en caso de emergencia o algún gustito por ahí.