Aprendí la importancia de establecer metas claras para mi desarrollo personal y profesional, y de programar momentos de descanso como las vacaciones. Entendí que es fundamental tener un plan, trabajar con dedicación y hacer los ajustes necesarios sin estar cambiando de opinión constantemente, sino siendo honesto conmigo mismo. También comprendí que debo cuidar mi salud, disfrutar de mi tiempo libre con actividades significativas, alejarme de personas negativas, cultivar mis relaciones, estimular mi aprendizaje y valorar mi propia compañía.
Además, aprendí que la falta de confianza en mí mismo puede llevarme al fracaso y al auto-sabotaje, y que el miedo al fracaso solo aumenta la ansiedad, afectando mi rendimiento. Me di cuenta de que esperar a sentirme inspirado puede ser una excusa para no actuar, y que la fuerza de voluntad disminuye a lo largo del día. Por eso, es importante mantener el autocontrol y enfocarme en los objetivos a largo plazo, incluso cuando el estrés me empuje a pensar solo en lo inmediato.