Aprendí que el método 70-20-10 es una guía para distribuir mi aprendizaje y desarrollo profesional de forma equilibrada y efectiva. Este modelo sugiere que:
El 70% de mi aprendizaje debe venir de la experiencia práctica, es decir, de los desafíos, tareas y proyectos que enfrento en mi trabajo diario. Aprendo haciendo, equivocándome y mejorando.
El 20% proviene de interacciones con otras personas, como compañeros, líderes o mentores. A través del trabajo colaborativo, el feedback y el acompañamiento, puedo aprender de la experiencia de otros.
El 10% restante corresponde al aprendizaje formal, como cursos, talleres o lecturas. Aunque es una parte menor, me da conocimientos estructurados que complementan mi crecimiento.
Este enfoque me ayudó a entender que aprender no depende solo de estudiar, sino también de vivir experiencias reales y conectarme con los demás.