El celular, aunque valioso, puede ser una gran distracción en nuestras tareas de estudio y trabajo. Al implementar estrategias para gestionar su uso y establecer prioridades claras, podemos minimizar su impacto negativo y mejorar significativamente nuestra productividad y concentración. Tomar el control de nuestro tiempo y reducir las distracciones tecnológicas es clave para alcanzar nuestros objetivos de manera más efectiva.