En mi experiencia, enfrenté desafíos en el trabajo con un cliente exigente. La situación requería salir de mi zona de confort y manejar el estrés.
El cliente mostró insatisfacción, generando ansiedad y estrés. Recordar mi objetivo de proporcionar un servicio de calidad y ser consciente de mi estilo de trabajo fue crucial. Manteniendo la calma, abordé sus preocupaciones y encontré soluciones, superando la fase de estrés. Este episodio me enseñó la importancia de adaptarme, desarrollar habilidades de comunicación y mantener la perspectiva en situaciones desafiantes.